por El Universal
10/01/2025 10:30 / Uniradio Informa Sonora / Ciencia y tecnología / Actualizado al 10/01/2025
MÉXICO.- En las últimas décadas, África Oriental ha sido el epicentro de un proceso geológico sin igual que podría alterar no solo su geografía, sino también la del mundo entero.
En una sorprendente advertencia, expertos científicos han señalado que el continente africano está literalmente "desintegrándose", con la separación gradual de sus placas tectónicas que podría dar lugar a la formación de un nuevo océano.
Este fenómeno, conocido como rifting, se está desarrollando principalmente en el Valle del Rift, una vasta fisura geológica que recorre más de 5 mil kilómetros de norte a sur, desde el Mar Rojo hasta Mozambique. A medida que las placas tectónicas africanas se separan, grandes grietas comienzan a abrirse en la superficie terrestre. Un ejemplo alarmante de este proceso ocurrió en marzo de 2018, cuando una fisura de 15 metros de profundidad y 20 metros de ancho se formó en Kenia, producto de la ruptura del volcán Suswa.
La más reciente de estas grietas se encuentra en Etiopía, extendiéndose a lo largo de 60 kilómetros y alcanzando una profundidad de hasta diez metros. Para los científicos, este es solo el comienzo de un proceso geológico más grande y complejo. Si la separación de las placas continúa, África Oriental podría estar en camino a convertirse en un archipiélago, con una nueva isla en el Océano Índico formada por partes de Etiopía y Somalia.
Sascha Staubach, decano del Departamento de Geociencias y Geografía de la Universidad Goethe de Frankfurt, es uno de los científicos que advierte sobre la magnitud de este fenómeno: "Geológicamente, tenemos un continente que se está desintegrando". El proceso es impulsado por el magma del interior de la Tierra, que se eleva hacia la superficie y provoca la fractura de la corteza terrestre. Con el paso de millones de años, este proceso podría dar lugar a un nuevo océano que separaría por completo la placa somalí de la placa nubia, creando nuevos litorales en países que hoy no tienen costas, como Zambia o Uganda.
El impacto de este cambio geológico sería significativo no solo en términos de geografía, sino también de clima, biodiversidad y recursos naturales. La creación de un océano en el corazón de África podría modificar el curso de ríos como el Nilo, que podría desembocar en el Océano Índico en lugar de en el mar Mediterráneo, cambiando la dinámica de la región de manera irreversible.
Aunque este tipo de fenómeno podría parecer algo lejano, el pasado geológico de la Tierra nos da ejemplos claros de procesos similares. El Mar Rojo, por ejemplo, comenzó a formarse hace unos 25 millones de años como resultado de la separación de África y la Península Arábiga. Hoy, ese mar sigue expandiéndose, lo que demuestra que la creación de nuevas masas de agua es un proceso continuo.
Aunque los cambios son dramáticos, no ocurrirán de la noche a la mañana. La separación total de las placas podría tardar entre 20 y 60 millones de años, aunque fenómenos como terremotos podrían acelerar el proceso. Este largo periodo de tiempo, aunque aparentemente lejano para la humanidad, es solo un suspiro en la escala geológica de la Tierra.
Para las generaciones futuras, la advertencia de los científicos es clara: el continente africano está en un proceso de transformación profunda, un recordatorio de cómo nuestro planeta está en constante cambio. "Este es un evento geológico que no se puede detener", afirman los expertos, pero el impacto en las comunidades y ecosistemas de la región podría ser profundo si el proceso avanza de la manera prevista.
El estudio de estos eventos geológicos no solo es vital para entender la historia de la Tierra, sino también para prepararnos ante los posibles efectos que este cambio tendrá en el futuro de África y el resto del mundo.