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El Desarrollo Humano y las cicatrices de la pandemia

El reporte nos indica que la pandemia parece haber producido daños permanentes en los niveles de desarrollo humano de los países más pobres.
Informe sobre Desarrollo Humano (IDH) 2023-2024 Pixabay
Manuel Valenzuela 22-04-2024

Manuel Valenzuela V.

El mes pasado la ONU publicó el Informe sobre Desarrollo Humano (IDH) 2023-2024, que contiene información al cierre de 2022, y nos presenta resultados poco alentadores para el mundo. A pesar de que la tendencia general del indicador se ha recuperado después del brusco retroceso que experimentó durante 2020 y 2021, el reporte nos indica que la pandemia del COVID19 parece haber producido daños permanentes en los niveles de desarrollo humano de los países más pobres.

El informe destaca que se ha producido un desplazamiento hacia debajo de la curva que expresa tendencia de crecimiento constante del indicador observada desde el año 2000. Adicionalmente, la brecha entre países ricos y pobres, que mantenía una tendencia a disminuir, se ha revertido y ahora se está ampliando nuevamente.

El Índice de Desarrollo Humano, indicador base que usa el informe, es una medición paralela o complementario a la medición de la economía de los países que se hace a través del Producto Interno Bruto (PIB), y que intenta acercarse a conocer el nivel de vida o de desarrollo social de las poblaciones de las naciones. Se trata de una medición ponderada que considera tres indicadores básicos: la esperanza de vida al nacer, el nivel educativo esperado (medido en años de escolaridad) y el ingreso por persona (per cápita). 

Los resultados del reporte reciente nos arrojan que Suiza se ubicó por segundo año consecutivo en el primer lugar, seguido de Noruega, Islandia, Hong Kong, Dinamarca y Suecia con los mejores niveles de desarrollo humano. Destaca el hecho de que entre las diez primeras posiciones, siete son de países europeos, dos de Asia (los antes llamados tigres asiáticos: Hong Kong y Singapur) y Australia. Estados Unidos aparece en el lugar 20, China en el 75 y México en el 77. 

En el caso de México, con respecto a Latinoamérica y el Caribe, se ubica debajo de Chile, que aparece en la posición 44; Argentina (48); Uruguay (52); Panamá (57) y Costa Rica (64); además de varios países del Caribe como Bahamas, Trinidad y Tobago, Barbados y Granada. Sin embargo, aparece por encima de Cuba (85), Perú (87), Brasil (89) y Colombia (91). Se miden los indicadores de 194 países miembros de la ONU. 

Cabe destacar que, en México al igual que en el mundo, aunque el IDH ha seguido una tendencia a la mejora desde el año 2000, en términos relativos el país se ha rezagado frente a otras naciones que han hecho más progreso en los indicadores. En el año 2000 por ejemplo el país ocupó la posición 64, mejoró ligeramente en 2001 y 2002 al ubicarse en el lugar 63, que ha sido la mejor posición que el país se ha tenido, sin embargo, a partir de entonces ha perdido posiciones hasta ubicarse en el lugar 77 que es el que ocupa en este reporte.

También vale la pena anotar que durante la pandemia el país se rezagó mucho en términos relativos en relación con otras naciones y llegó a ubicarse en la posición 86 en 2020 y 2021, lo que indica que nuestra respuesta a la pandemia fue menos exitosa (o peor) que, en otros países, ya que experimentamos un mayor rezago en los tres indicadores componentes de IDH (esperanza de vida, nivel educativo promedio y producto per cápita). Nos hemos recuperado en los dos años recientes, pero no lo suficiente para alcanzar la posición que el país tenía antes de la pandemia (74) y seguimos muy lejos de la posición relativa que el país tenía a principios del siglo.

Pero más allá de los datos, que siempre son fríos, el informe destaca aspectos preocupantes. El repunte en el IDH ha sido parcial, incompleto y desigual. Mientras que los países ricos se han recuperado más rápido de la pandemia y hoy experimentan niveles récord del indicador, los países pobres se han rezagado y la mayoría de ellos permanece aún en niveles inferiores a los que tenían en años previos a la pandemia.

Por otro lado, el nivel de desigualdad entre los países se ha agravado. Se menciona que el 40 por ciento del comercio mundial de bienes se concentra en tres países, y que en 2021 la capitalización bursátil de cada una de las tres mayores empresas tecnológicas del mundo superó al PIB del 90 por ciento de los países durante ese año. Tales niveles de desigualdad tienen un impacto directo el nivel de desarrollo humano.

El informe señala también que el mundo parece estar perdiendo la batalla en dos campos fundamentales que podrían ayudar a disminuir las desigualdades: la lucha por el cambio climático y la regulación digital. En este sentido, añade, que los gobiernos populistas tanto de izquierda como de derecha no están ayudando a mejorar de manera sostenida los niveles del desarrollo humano de sus países, a la larga lo perjudican.

Muy interesante es el señalamiento que se hace en torno a lo que llama "la paradoja de la democracia". Dice que, mientras 9 de cada 10 personas en el mundo dicen apoyar la democracia, más de la mitad apoyan actualmente a líderes que están actuando para socavarla. Lo anterior está generando un clima de polarización política sin precedentes en los tiempos de paz, similares a los que se registraron en etapas de preguerra en el siglo pasado, lo cual es muy delicado.

Finalmente, recomienda cuatro áreas en las que es necesario trabajar para recuperar la tendencia de mejora de los niveles de desarrollo humano: los bienes públicos planetarios (clima, agua, aire limpio); bienes públicos digitales (democratización de la conectividad para que todos podamos acceder a los beneficios de la digitalización); nuevos mecanismos de financieros de apoyo los países pobres; y reducción de los niveles de polarización.

Si a usted le interesa el tema, vale mucho la pena echarle un ojo a este informe.  

                 

 

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