El discurso de Claudia Sheinbaum

Por Manuel Valenzuela V.

Los discursos de cierre de las precampañas de las principales candidatas a la presidencia de la república son importantes porque delinean la visión de país que tienen y lo que ofrecen a los ciudadanos para convencerlos de que cada una de ellas son la mejor opción. La colaboración pasada en "La Periquera" la dedicamos a analizar el mensaje de Xóchitl Gálvez y hoy haremos lo propio con el de Claudia Sheinbaum.

El mensaje de la candidata de la coalición "Juntos Haremos Historia", pronunciado ante un amplio público reunido en el monumento a la Revolución en la ciudad de México, a grandes rasgos se divide en tres partes. En la primera responde al mensaje de Xóchitl Gálvez, especialmente a su afirmación de que en México durante este sexenio se han perdido tres valores fundamentales: el de la vida, la verdad y la libertad. En la segunda parte destaca los logros de la presente administración y en la tercera delinea los principales aspectos de su proyecto de nación.

El rasgo más característico del discurso es el triunfalismo, quizá con dos ideas estratégicas en mente: convencer a los votantes de que se ha producido un cambio fundamental en la vida del país y tratar de fijar la idea de que el pueblo de México ya decidió, y que ella será la ganadora. No se distingue autocrítica alguna a lo que se ha hecho en esta administración y no propone algo nuevo de lo que hoy se está haciendo. Su propuesta es la continuidad de la Cuarta Transformación.

En el arranque afirma que México está viviendo un momento histórico con la Cuarta Transformación de la vida pública nacional, a la que califica como "hazaña monumental". Más adelante afirma que ganó la precampaña y presume de las encuestas que le dan 20 puntos de ventaja en el peor de los casos. Enseguida, al referirse a Morena, dice "no creo exagerar al decir que somos el movimiento social político más fuerte de todo el planeta (...)".

Luego pasa a hablar de los valores que defiende el movimiento en lo que parece ser la respuesta al discurso de Xóchitl, Se refiere primero a la democracia a la que ubica como una reivindicación del "humanismo mexicano", al que se refiere en varias partes del discurso. Enseguida habla de la libertad criticando a los gobiernos del pasado, desde el porfiriato, señalando las ocasiones en que se vulneró la libertad con la represión de diversos movimientos sociales (estudiantes, maestros, ferrocarrileros, etc.) y remata diciendo que ellos son herederos de Juárez y cita al benemérito "La democracia es el destino de la humanidad; la libertad su brazo indestructible. Termina esta parte diciendo que la oposición representa todo lo malo del pasado (clasismo, racismo, machismo) "ellos son el pasado, nosotros somos la esperanza de México" dice.

Llama la atención que, en esta parte, en la que responde a Xóchitl, no se refiera al valor de la vida que fue la parte fuerte de la crítica de la candidata opositora. 

En la siguiente parte del discurso hace una amplia exposición de los logros del presidente López Obrador en lo que da la impresión de ser un discurso de homenaje al presidente más que el de una candidata que aspira a ser presidenta. Dice, entre otras cosas, que el 1 de julio de 2018 el pueblo de México eligió no solo a un presidente sino un cambio en el rumbo de la historia del país, para iniciar la Cuarta Transformación. ¡Es un honor estar con Obrador! Grita ante los asistentes, dando la impresión de que el candidato es él y no ella.

Luego habla de los logros alcanzados en materia social y lanza una batería de datos: 12 millones de adultos mayores beneficiados con la pensión universal; 22 millones de estudiantes becados; 2.8 millones de jóvenes construyendo el futuro; medio millón de campesinos sembrando vida, entre otros datos. Se refiere también a las obras insignia de la administración como el Tren Maya, el Ferrocarril Interoceánico, la refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Felipe Ángeles. Para luego pasar a mencionar sus logros en la Ciudad de México.

Llama la atención que, en esta segunda parte, solo al final y de pasada se refiera al problema de la seguridad diciendo que están disminuyendo los delitos de alto impacto y que se están atendiendo las causas. No refuta ni una sola de las cifras que dio Xóchitl Gálvez en su mensaje (número de muertes violentas en lo que va del sexenio, número de desaparecidos, los muertos durante la pandemia, etc.).

Finalmente, en la tercera parte de su mensaje, delinea los puntos más importantes de su proyecto de nación, que son exactamente los mismos del de la presente administración. Ni uno solo es distinto, de tal manera que no es posible encontrar el sello personal de la candidata. Habla de mantener la austeridad republicana; de que no habrá gasolinazos; de que se mantendrá la autonomía del Banco de México; de que no habrá condonación de impuestos; de mantener la separación entre poder económico y poder político; de la erradicación de la corrupción; de mantener y fortalecer los programas sociales; de seguir aumentando el salario mínimo por encima de la inflación; de consolidar el Tren Maya y el Interoceánico, así como de promover los trenes de pasajeros; de fortalecer el IMSS-Bienestar; y de atender el problema de la seguridad desde la perspectiva de la atención a las causas, de cero impunidad, pero "nada de mano dura". Es decir, lo mismo de ahora.

En general, me parece más bien un discurso de homenaje al presidente de la república y a su "gran obra" de gobierno, más que el de una candidata que intenta ser la próxima presidenta de la república. Por momentos parece que el candidato es López Obrador y no ella. Su diagnóstico es que estamos muy bien y que solo hay que continuar por el camino trazado. 

Me parece que Claudia perdió la oportunidad de incluir al menos algún pequeño elemento de autocrítica, de algo que ella sienta que no marcha bien o que merece ser mejorado, y que se propone resolver. Fue un mensaje triunfalista que habla de un México idílico y que "el pueblo" de México ya eligió el camino que debe seguir, como lo demuestran -dice- las encuestas. La candidata me parece que pecó de arrogancia, careció de modestia y de una mínima autocrítica. Veremos si ese discurso le alcanza para ganar.