El Italiano
Por Manuel Valenzuela V.
Siempre me ha gustado la expresión de que la lectura es el lujo más barato que nos podemos dar porque a través de ella podemos viajar en la geografía y en el tiempo a través de los ojos, la imaginación y el talento de los autores de las obras. Esta semana, de la mano de Arturo Pérez-Reverte, he viajado a los tiempos recios y terribles de la segunda guerra mundial, al estrecho de Gibraltar y la bahía de Algeciras de la España franquista.
El Italiano es una novela histórica relativamente reciente (publicada en 2021) de uno de los escritores españoles más prolíficos y talentosos de la actualidad como lo es Pérez-Reverte. En ella el autor rescata de las cenizas del olvido, una historia de amor entre un buzo italiano de la Marina Regia de Mussolini y una librera española del poblado de La Línea en la bahía de Algeciras.
Pero el Italiano es además una historia de guerra y de mar; de espías y detectives que siempre fueron parte de la propia guerra. El estrecho de Gibraltar, como sabemos, es la puerta de entrada al Mar Mediterráneo y, por ello, un lugar estratégico para acceder al sur de Europa y al norte de África.
En los tiempos en los que esta historia tiene lugar (1942 y 1943), el Puerto de Gibraltar estaba lleno de barcos de guerra, transatlánticos, buques petroleros cisterna y portaviones entremezclados con barcos de la marina mercante. En los días cruciales, se preparaba una incursión de los aliados hacia Alejandría en una acción para recuperar el norte de África y preparar la invasión a Italia.
Es ahí donde incursionan un grupo buzos italianos y realizan diversas operaciones submarinas que los llevan a hundir o dañar seriamente 14 barcos de países aliados. Entre esas misiones participó uno de uno de los protagonistas de esta historia: el secondo capo Teseo Lombardo de la Marina Regia italiana.
La otra protagonista es Elena Arbués, una librera española que perdió a su marido en un bombardeo inglés a un barco mercante de bandera neutral y que ahora vive sola con sus recuerdos en medio de la guerra. Por azares del destino, una mañana cualquiera Elena encuentra el cuerpo de un buzo herido e inconsciente en su recorrido habitual por la playa, y ahí empieza la historia.
Se trata de una hermosa historia de amor nacida en tiempos de odio en una guerra que, como cualquier otra, demuestra que los soldados no pueden clasificarse como buenos y malos per se, simplemente cumplen misiones dependiendo del lado en el que el destino los puso. Una guerra que, como cualquier guerra, pone a prueba a los individuos y puede sacar lo mejor y lo peor de ellos, pero siempre reserva un espacio para el amor y la esperanza.
Esta obra de Pérez-Reverte nace de su trabajo como reportero de guerra en el que se desempeñó durante muchos años de su vida profesional y desde donde dio el salto a ser el gran escritor que es hoy. Nace de los recortes aislados de notas periodísticas de la época, de memorias de algunos de los protagonistas, de documentos de inteligencia militar revelados hace pocos años y, principalmente, del espíritu de sabueso del escritor que va en busca de historias reales a partir del testimonio directo de los protagonistas que, en tiempos de su investigación aún vivían.
Yo diría que este libro contine dos historias a la vez y tiene un doble carácter: es una novela de amor, mar y guerra que el autor describe en el subtítulo de la obra, y es también una crónica de la investigación que llevó a Pérez-Reverte a conocer esta historia que descansaba ya en el olvido.
A través de su pluma y su talento, el autor nos lleva a vivir momentos cruciales de una guerra que tuvo lugar antes de la gran mayoría de nosotros naciéramos, pero de la que hemos escuchado mucho en la escuela y en los libros. En su lectura puede usted vivir y sentir la presión de la profundidad y la negritud del mar, mientras en la superficie se cruzan velozmente las luces de los reflectores de vigilancia, las lanchas rápidas y resuenan las metralletas cuyas balas calientes penetran las frías olas de un mar de diciembre en una búsqueda desesperada de los cuerpos de los buzos saboteadores.
También puede sentir el miedo y la tensión de Elena Arbués, la espía ocasional de los italianos, mientras es interrogada en los fríos y sucios sótanos del edificio de la Gibraltar Security Branch, por un duro e inteligente jefe de policía en las horas previas al ataque. Pero también puede vibrar con el calor de dos cuerpos que se entregan, se huelen, se tocan y se funden en uno solo en ejercicio de una pasión largamente contenida y sin tener la certeza de que habrá un mañana.
Así que, si a usted le gusta viajar y conocer otros mundos y otras épocas en sus vacaciones, en casa o donde sea, puede usted anotar al Italiano en su lista de libros para leer y disfrutar este verano. Le aseguro que no se arrepentirá.