Entre pronósticos económicos te veas
Por Germán Lohr Granich
Esto de los pronósticos económicos son parecidos a los de atínale al precio, empero son necesarios como marco de referencia para los gobiernos y las empresas.
Uno de los más conocidos son los del Producto Interno Bruto que año con año sirven de base para integrar el paquete económico del gobierno en turno.
Como se sabe la visión del secretario de Hacienda plantea un PIB optimista entre el 2 y 3%, particularmente el 2.3% para el 2025.
Dicha pronóstico contrasta con el Banco de México del 1.2% compartido además por organismos internacionales y nacionales como el FMI, BM, OCDE, MODDYS, BBVA, etc. cuyos escenarios oscilan entre el 0.6% al 1.5%.
Estos bajos crecimientos por desgracia no son novedad, llevan décadas, pero este último sexenio de la 4T se lleva la medalla de oro.
En esta ocasión la incertidumbre actual es la madre de dichos pronósticos al decantarse más que por la geopolítica mundial, por la llegada de Trump al poder.
Y ya entrado en gastos también por los efectos de la consolidación fiscal que, sin eufemismos, no es otra cosa que el recorte al gasto público dada la excesiva deuda de la 4T al final del sexto año.
Pero bueno, estos hechos habrán de afectarnos no menos en los próximos tres años, aunque hay una buena noticia para este año que culmina ya que de acuerdo al BANXICO tendremos un moderado ajuste al alza del 1.5 al 1.8%.
Todo parece indicar que las tasas de interés se irán ajustando de manera gradual y prudente a medida que baje la inflación y se controle el tipo de cambio variables que inciden en el comportamiento de todas y cada una de las regiones del país cuya velocidad de crecimiento es distinta.
Lo cierto que 2024 será un año regular nada comparado con el crecimiento económico y del empleo del 2023, un botón de muestra el estado consentido de la 4T, Tabasco apenas crecerá, 1.4% este año cuando el anterior crecía a tasas del 6.8%.
En el caso de Sonora y de varios estados agropecuarios y mineros, cuando mucho creceremos un 1% este año ya que no somos ni fuimos favorecidos ni con Dos Bocas, Tren Maya, Transístmico, Aeropuerto de Tulum ni nada por el estilo.
En otro orden de ideas, nuestro mercado laboral que entre julio y septiembre de cada año llegaba al millón de empleos, ahora apenas acumula los 360 mil formales, menos de la mitad o muy por debajo de las necesidades de empleo.
Esta cifra según la ENOE del INEGI, que es la encuesta de la ocupación y empleo, es la más baja desde 2014, datos a tomar en cuenta en las negociaciones salariales próximas.
Si se cumple el incremento del 12.5% que propone el gobierno gradualmente, para el 2030 se podrá llegar al equivalente de 2.5 canastas básicas ya que los ajustes alcanzados a la fecha han tenido resultados positivos en cuanto a la reducción de la pobreza.
Sin embargo, conviene hacer hincapié en el tema de la productividad laboral y la competitividad de las empresas, la cual ha sido a querer y no descuidada y cayendo aun con los ajustes cambiarios.
No cabe duda que los cambios tecnológicos requieren de mejores cuadros en materia de recursos humanos y hay que apoyar con mayor presupuesto federal dicha agenda.
La capacitación en habilidades críticas acerca de las competencias digitales como la inteligencia artificial es una necesidad impostergable para las empresas y el gobierno, no se diga los esquemas presenciales e híbridos que nos acompañan desde la pandemia.
HE DIXI