10/11/2023 13:44 / Uniradio Informa Sonora / Columnas / Actualizado al 10/11/2023
Por Germán Lohr Granich
Empiezan pronto las campañas oficiales del 2024 y con ello la serie de propuestas y sueños guajiros de los participantes del año que entra. En el caso del Frente Amplio por México -FAM- apareció una agenda en días recientes.
Dicho documento se denomina "Hacia un Programa de Gobierno 2024-2030" que vale la pena echarle, como se dice coloquialmente, un ojo. Con este programa arrancará su etapa de pre- campaña el FAM, a partir de la segunda quincena de noviembre.
Este documento maneja posiciones clave de la nueva agenda política sobre los distintos problemas y desafíos del México de hoy en manos de la 4T. Habrá pues que someterlo a la famosa prueba del ácido de la ciudadanía para enriquecerlo.
Pero vamos por partes, y sobre todo me gustaría acotar mi comentario a la parte sustantiva de la política social que oferta el FAM, la cual por cierto es la primera que aparece en el documento de marras.
Al respecto, la política social viene resumida en 16 líneas prioritarias de acción que vale la pena comentar. A manera de resumen destaco el planteamiento de un ingreso básico más no universal dirigido a personas en pobreza extrema.
Dicho esfuerzo más focalizado es bienvenido y tiene como objetivo erradicar la desnutrición crónica por lo que sólo falta ponerle nombre y apellido a dicha meta, ya que es música para los oídos del Coneval.
Trabajen o no se habla de un sistema de protección social universal acompañado con un sistema nacional de cuidados, becas, escuelas de tiempo completo, atención a migrantes, apoyo a jornaleros agrícolas, entre otros bastante robusto.
Nada mal para acabar con la pobreza en el país, una de las más altas de América Latina y del mundo con un preocupante 43.9% y ello muy a pesar de ser el sexenio de primero los pobres.
En materia de desigualdad social tampoco tocamos mal las rancheras, ya que sigue siendo alarmante la disparidad dado que el 20% de la población más rica gana más de 11 veces que el 20% de la más pobre.
Con esto podemos observar que el lema de primero los pobres resultó insuficiente en parte por lo finito de los billetes, la falta de focalización del gasto, la poca transparencia y escasa evaluación de padrones y resultados entre otras variantes.
Ahora con las campañas saldrán a relucir los FODA de la 4T, sobre todo las debilidades y amenazas, y para muestra del botón mal abrochado están los IDH Índices de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas.
Índices que se traducen además en la escasa, limitada y añeja movilidad social con pocas oportunidades de ascenso social, ya que el IDH antes citado que había mejorado en los noventa terminó retrocediendo en el sexenio a los niveles del 2012.
Sabemos de antemano que con dádivas y programas sociales no se resuelve la pobreza y menos la desigualdad social, ya que no debemos olvidar que los bajos ingresos laborales constituyen la razón principal.
Siendo críticos constructivos necesitamos pues generar soluciones innovadoras si deseamos en realidad transitar a una sociedad más justa y equitativa, y agregaría productiva.
Vale mucho la pena irse adentrando en estas propuestas que contienen los grandes desafíos del país y del mundo para además ir agregando los cómo resolverlos.
El famoso refrán que aquí aplica es el con qué ojos divino tuerto y vaya que la solución amerita gente profesional y capaz y no solo lealtad sin conocimiento y experiencia.
Los programas sociales de la 4T querían detener el viento con las manos y no fue posible con puro afán protagónico les enredó el carrete.
Por eso no hay que despreciar a los que están abajo sino a los que apuntan bajo.
HE DIXI.