Columnas

Es la "deuda odiosa", Doctora Sheinbaum

Creer que México puede caminar sin tropiezo, es una ilusión alimentada por el temor
Claudia Sheinbaum Archivo
Alberto Vizcarra 09-01-2025

Por Alberto Vizcarra Ozuna 

Creer que México puede caminar sin tropiezo, sujeto a las reglas de un sistema financiero internacional regido por la especulación y la imposición de una deuda que se devora el presupuesto público, es una ilusión alimentada por el temor a ejercer las facultades constitucionales del estado para regular al sector financiero y hacer efectiva una política monetaria y de crédito de características soberanas.

El temor se instaló en los gobiernos de México, a la sombra de la puerta falsa que representaron las políticas económicas neoliberales, instrumentadas después de la crisis de pagos que el país sufrió en 1982 -junto con cerca de cincuenta naciones del sur global- como resultado directo de los incrementos abruptos en las tasas de interés y la caída vertiginosa en los precios de las materias primas de los países deudores. 

El gobierno de José López Portillo, no obstante, una correlación de fuerzas internacionales desfavorables, enfrentó el problema. Hizo uso de las facultades constitucionales, formalizó una moratoria a la deuda, estableció el control de cambios y nacionalizó el Banco de México.

Esto le mereció a López Portillo, una campaña de desprestigio y ataques personales; una estigmatización social equivalente a una especie de destierro político. 

El mensaje fue claro: el que pretenda meter en cintura al sector financiero, se hará merecedor de "la letra escarlata". Fue el último momento que, en materia de política económica, México ejerció realmente su soberanía. 

Todos los gobiernos que le sucedieron fueron sometidos a la dictadura monetaria de los tenedores de la deuda, incluido el de Andrés Manuel López Obrador, quien frente a la amenaza de estos poderes llegó a decir: "a mí con unas nalgaditas me arreglan".

Después del draconiano ajuste fiscal, para el ejercicio del 2025, cuyo criterio es que todo puede ser sometido a recortes presupuestales, menos el oneroso pago al servicio de la deuda pública, se advierte que la Doctora Sheinbaum es heredera del temor a enfrentar al sector financiero y partícipe de la ilusión de que el país podrá crecer dentro de los parámetros trazados por los tenedores de la deuda y los fondos de inversión relacionados. 

La montaña de valores especulativos que pesan en forma de deuda sobre el sistema financiero del dólar, están por encima de los 2 mil billones de dólares, cuya exigencia de renta monetaria es incompatible con cualquier proceso de crecimiento económico real o de mejora en las capacidades físico-productivas de las naciones. 

El caso de México no es la excepción; no hay forma de que la economía nacional crezca si cerca del 15 por ciento del presupuesto es destinado al servicio de la deuda, inhabilitando al gasto público para operar como incentivo del crecimiento económico nacional y como respaldo de una política soberana de crédito orientado a las mejoras infraestructurales relacionadas con gestión de agua y energía.

Todas las economías que, incondicionalmente, permanecen en la órbita del sistema especulativo que se ha apoderado del dólar, están sufriendo recortes presupuestales de consecuencias sociales y económicas insoportables. 

Ni los mismos Estados Unidos escapan a esta dinámica especulativa, pues la deuda federal estadounidense ha crecido un 50 por ciento en los últimos cinco años, mientras los centros financieros de Wall Street y Londres le exigen al gobierno entrante de Donald Trump, recortes inmediatos al gasto del gobierno. 

En peores condiciones recesivas se encuentran las naciones de Europa por efecto de estas mismas políticas, que en consecuencia y al mismo tiempo contienen un impulso irrefrenable hacia la guerra.

La crisis global de la deuda señala la disfuncionalidad del sistema financiero de occidente y está cobrando de nuevo la atención de diversas instituciones mundiales. 

En la Nochebuena del 2024, el Papa Francisco lanzó, oficialmente, el Año Jubilar del 2025. El jubileo se asocia tradicionalmente, en varias religiones, con el momento en que los esclavos eran emancipados y las deudas se perdonaban. 

El anterior jubileo, anunciado en el año 2000 por el Papa Juan Pablo II, dio pie para que fuerzas seculares de muchos países, entre ellos Ecuador, empezaran a cuestionar la legitimidad de la deuda que se les había impuesto a las naciones del sector en desarrollo. 

En julio del 2007, el gobierno de Ecuador, concluyó que la deuda externa de esa nación había operado como un mecanismo de saqueo ilegítimo e ilegal en el período comprendido entre 1976 y 2006, pasando de una deuda original de 16 millones de dólares a 4 mil doscientos millones de dólares en el 2006, a pesar de que se realizó un pago a los acreedores de 7 mil cien millones de dólares, por concepto de pago de intereses y principal durante treinta años.

Apoyados en ese estudio, el gobierno de Ecuador anunció el 2008 una moratoria unilateral de la deuda e impuso un recorte de 70 a 80 por ciento a sus tenedores de bonos. 

La nación sudamericana pudo sortear la histeria y las presiones de los acreedores y darle un respiro a la economía nacional, apoyados en el principio legal y moral de que los montos de crecimiento de la deuda que ocurren por efectos financieros y especulativos adquieren la condición de ilegítimos y por lo mismo son repudiables. 

La definición de deuda ilegítima se fortaleció con el concepto de "deuda odiosa", acuñado en 1927 por el jurista ruso-estadounidense Alexander Nahun Sack, quien basó sus conclusiones en el estudio de la deuda impuesta a México con la invasión y ocupación del país por Napoleón III al imponer a Maximiliano de Habsburgo a mediados del Siglo XIX. Deuda que fue repudiada por el presidente Benito Juárez, aliado de Abraham Lincoln. 

México tiene sólidos antecedentes históricos en los que ha reivindicado su soberanía frente a las políticas coloniales que han hecho de la deuda su instrumento de dominio para imponer la dependencia económica, impedir la industrialización y perpetuar el atraso tecnológico. 

El largo periodo neoliberal que ha padecido la nación, ha servido entre otras cosas, para legitimar la aceptación incondicional del pago de la deuda y la renuncia a los principios constitucionales que nos facultan para contar con una política monetaria y de crédito soberano.

A diferencia de la época de Juárez y del período del gobierno de José López Portillo, actualmente existe una correlación de fuerzas internacionales que están construyendo alternativas económicas y financieras, fuera de la dinámica especulativa del sistema del dólar y con una convocatoria, que reconociendo la multipolaridad, reconoce también los propósitos de beneficio mutuo que deben conformar una nueva arquitectura económica global. 

Es el caso de la plataforma conformada por el BRICS, cuyo agrupamiento de naciones crece al mismo ritmo en que se desacredita el orden financiero nucleado en torno al dólar y que ha dejado sin alternativa de crecimiento y bienestar a las naciones de occidente, especialmente a las del sur global.

La Doctora Sheinbaum debe abandonar los temores que la atan al orden neoliberal que se desintegra. 

La esencia de una mente científica es no sujetarse a las reglas de un orden sin futuro; de otra manera: no tendrás resultados distintos si continúas sometido a los mismos patrones de conducción económica.

 

Desde el Valle del Yaqui, Ciudad Obregón, Sonora, a 9 de enero de 2025.