Columnas

Europa bajo asedio

El continente europeo se encuentra nuevamente en peligro y quizá se acerque a una tercera guerra mundial.
Emmanuel Macrón, Keir Starmer Especial
Manuel Valenzuela 31-03-2025

Por Manuel Valenzuela V.

El continente europeo, cuna de la civilización occidental greco-romana y occidental, lugar de donde vinieron los colonizadores de América, el mismo que fue el principal escenario de dos guerras mundiales durante el siglo XX, se encuentra nuevamente en peligro y quizá se acerque a una tercera.

Por ahora el viejo continente se encuentra sometido a dos fuegos cruzados: el de Rusia, el enemigo histórico, y el del supuesto amigo, los Estados Unidos que parece haberse cambiado de bando. El primero es militar y pretende por lo pronto apoderarse de Ucrania como primer paso para avanzar luego hacia los países del Báltico y Europa Central. 

El segundo lo conforma una ofensiva económica proveniente del gobierno de Donald Trump, quien ahora le acusa de haberse aprovechado de su país por venderle más mercancías que las que les compra. Los aranceles del 25 por ciento al acero y aluminio, que ya están operando, y los anunciados al sector automotriz, que empezarán el 2 de abril, son un ataque directo al viejo continente.

En el frente de la guerra en Ucrania, Putin y Trump han unido fuerzas para repartirse los recursos del país invadido en una actitud rapaz claramente imperialista. 

Hoy, Putin usa a Trump para que le ayude a gestionar la rendición incondicional de Ucrania bajo el guion que le dicta desde Moscú: ceder la península de Crimea y todo el sector controlado ya por los rusos; que se garantice que Ucrania jamás ingresará a la OTAN; que no habrá tropas de otros países europeos ni de Estados Unidos en territorio ucraniano; y que le levanten las sanciones económicas que Occidente le impuso a Rusia cuando invadió ese territorio. 

En ese contexto de emergencia continental, la semana pasada tuvo lugar una nueva cumbre de presidentes y jefes de estado europeos, encabezados por la UE, pero donde también asistieron Gran Bretaña, Canadá y Australia, en la que nuevamente reafirmaron su apoyo a Ucrania y al presidente Zelensky. 

Lo nuevo, según lo han comentados algunos analistas, es que los líderes europeos parecen tener claro que en Ucrania se juega el destino de Europa. Por ello, no solo anunciaron que ellos abastecerán de armas y municiones al ejército ucraniano para que siga resistiendo hasta que se garantice su seguridad futura en un posible acuerdo de cese al fuego inmediato y de paz posteriormente, sino que tanto Emmanuel Macron, de Francia, como Keir Starmer, de Gran Bretaña, defendieron la necesidad de poner tropas europeas en territorio ucraniano a la brevedad para garantizar la seguridad futura del país invadido.

No hay acuerdo aún en este punto, ya que otros países consideran que puede ser un paso peligroso ya que, de ser atacadas esas fuerzas por Rusia, no quedará otra salida que iniciar anticipadamente una Tercera Guerra Mundial, cuando aún Europa no se encuentra preparada para ello. Cierto que ya aprobaron un acuerdo de rearme financiado por más de 800 mil millones de euros, pero tardará años en poner al tope a los ejércitos de los países europeos para enfrentar con posibilidades de éxito a Rusia en una guerra convencional, además de que necesitan tiempo para reducir la diferencia que hoy tienen con ese país en poderío nuclear.

Sin embargo, varios líderes encabezados por Macron y Starmer, pero entre los que se incluyen a varios más (Polonia, los países Bálticos y Finlandia) parecen estar convencidos que a Putin se le debe de parar en Ucrania ahora, o no se le podrá parar nunca. Por eso habla de una colaboración voluntaria de países para poner al menos 30 mil soldados en territorio ucraniano a la brevedad. 

También parecen estar convencidos de que la defensa de Europa tendrá que descansar en ellos mismos, ya que mientras en Estados Unidos dominen Trump y J.D. Vance, Europa no cuenta con ellos. Por esta razón, en esta cumbre emplazaron a que los países de la OTAN que aun no cumplen con la inversión de al menos el equivalente al dos por ciento de su PIB en defensa lo hagan tan pronto como para este mes de junio. El tiempo apremia. 

Un elemento más: Macron habló en la cumbre de la posibilidad de buscar la ayuda de China en el proceso de lograr una paz digna y duradera para Ucrania. Este es un elemento importante que puede marcar un acercamiento también económico de Europa con China ahora que Estados Unidos intenta clavarles la espada a ambos. 

De hecho, en la cumbre de Pekín, llamada "Para el Desarrollo de China", que se llevó a cabo la semana pasada, estuvo presente Marcos Selfcovie, responsable comercial de la Unión Europea, quien además se entrevistó con el ministro de comercio chino, Wang Wentao. No se informó de qué hablaron.

Por otro lado, Canadá ya pintó su raya con los Estados Unidos. En la semana el nuevo líder del Partido Liberal, Mark Carney, calificó los aranceles del 25 por ciento a los automóviles como un ataque directo a Canadá, y declaró que Estados Unidos ha dejado de ser un socio confiable para su país, y que buscarán alianzas con otros lugares del mundo que compartan los valores de los canadienses. 

   Por su parte los europeos, en voz de Úrsula von der Leyen, han declarado que ellos preparan una respuesta "firme, proporcionada, robusta, bien calibrada y oportuna" a los aranceles de Donald Trump, misma que darán a conocer el 2 de abril. 

Qué rápido se le está volviendo el mundo en contra a los Estados Unidos. Parece que la capacidad destructiva de Trump y J.D. Vance es infinita.