Jacques Delors, constructor de instituciones
Manuel Valenzuela V.
Con los últimos días del año que recién concluyó se fue también la vida de uno de los mayores constructores de instituciones que dio la generación de la posguerra y de las primeras décadas del siglo XXI. El 27 de diciembre murió, a los 98 años, Jacques Delors, el economista, político, filósofo y educador francés, que fue uno de los principales arquitectos de la Unión Europea.
Es muy posible que para la gran mayoría de los mexicanos el nombre de Jacques Delors no nos diga nada, salvo quizá entre los estudiosos de la educación y, tal vez, entre algunos economistas interesados en el proceso de integración europea, pero no tengo dudas de que su legado será reconocido en las generaciones por venir.
Jacques Delors estudió economía y derecho en universidad de La Sorbona y desde 1945 se desempeñó como empleado del Banco de Francia. Fue ministro de economía de 1981-1984 en la administración del presidente socialista François Mitterrand, y durante la década de 1985-1995 se desempeñó como presidente de la Comisión Europea, un período clave para la expansión y consolidación de la integración de ese continente. Fue un actor fundamental en la conformación de lo que hoy es la Unión Europea.
Como presidente del brazo ejecutivo de la entonces Comunidad Europea, fue el arquitecto de varios de los proyectos más importantes y exitosos que poco a poco fueron materializando el gran sueño de la integración del continente. Entre ellos, El Acta Única Europea (AUE, 1896), el Tratado de Maastricht (1992), el Acuerdo de Schengen (1985) y el Programa Erasmus (1987), por mencionar solo algunos de los proyectos que Delors impulsó durante su gestión como funcionario de la organización europea.
El Acta Única Europea fue el tratado internacional firmado en 1986 por los entonces 12 miembros de la Comunidad Europea que fue el antecedente inmediato de la formación de la Unión Europea (UE) cinco años después. La firma del AUE permitió hacer realidad el libre flujo de mercancías, personas, servicios y capitales en el espacio común de los países miembros, y creó las bases para la implementación de una política económica y monetaria común que desembocaría años más tarde en la moneda única, el euro.
El Tratado de Maastricht, como sabemos, creó formalmente la Unión Europea y sentó las bases para la formación del Banco Central Europeo (BCE) y la sustitución de las monedas nacionales por el euro que entró en operación el 1 de enero de 2002 y unificó la política monetaria de la UE. Hoy el euro es la moneda única de 20 de los 27 países que constituyen la Unión Europea, y es la segunda moneda que más circula en el mundo. La implementación de una moneda común fue uno de los proyectos económicos y políticos más ambiciosos, y técnicamente más complejos, que se hayan puesto en marcha en el mundo. Jaques Delors fue una de las mentes maestras que no solo participó en su diseño, sino en su implementación hasta convertirlo en realidad.
El Acuerdo de Schengen, llamado así por el nombre de la localidad de Luxemburgo donde se firmó, es el tratado internacional a través del cual los países miembros de la Comunidad Europea decidieron eliminar sus controles fronterizos internos para la libre circulación de las mercancías y la fuerza de trabajo en el espacio de la entonces comunidad. Este Acuerdo fue firmado en 1985, pero dada la complejidad de su operación, entró en vigor hasta 1995. Hoy opera en el espacio común de los 27 países que conforman la Unión Europea.
El otro gran proyecto comunitario que se diseñó y creó durante la presidencia de Delors en la Comisión Europea fue el Programa ERASMUS (European Region Action Scheme for Movility of University Students), un programa educativo para promover y financiar la movilidad académica de estudiantes y profesores de educación superior entre los países de la Unión Europea. Se trata de un ambicioso proyecto para contribuir a formar estudiantes del espacio europeo en una educación de calidad y promover la investigación en áreas de frontera del conocimiento sin discriminación por fronteras nacionales.
Adicionalmente a su trabajo en la Comisión Europea, en 1993 la UNESCO le encomendó a Jacques Delors la elaboración de un estudio sobre las perspectivas de la educación en el mundo de cara al siglo XXI. Este estudio se conoció como "La educación encierra un tesoro" y constituye aún hoy una guía para orientar la formación de los niños y jóvenes en el mundo. Los famosos cuatro saberes (aprender a conocer, hacer, ser y vivir en sociedad) provienen de la visión de integradora y pacifista de Delors plasmada en ese informe.
Por estas grandes aportaciones que hizo a Europa y al mundo, decimos que la muerte de Jaques Delors significa una gran perdida para la humanidad, aunque su nombre sea hoy poco conocido fuera de Europa. Sin embargo, cuando se van las personas, las obras perduran, y la labor de este gran constructor de instituciones y forjador de la cultura de la paz, permanecerá entre nosotros.