02/05/2024 12:40 / Uniradio Informa Sonora / Columnas / Actualizado al 02/05/2024
Por Germán Lohr Granich
Con o sin nearshoring la escasez de talento en México ha sido una constante en el mercado laboral al menos desde la firma del TLC ahora T-MEC, la cual debemos reconocer se ha venido agravando.
MUTATIS MUTANDI, frase en latín que significa ir haciendo los cambios necesarios, hoy más que ayer se tiene que hacer más para contar con el capital humano del presente siglo XXI.
De acuerdo con el estudio global de talento de Manpower 2024 especialistas en el tema, la escasez de perfiles idóneos afecta al 68% de las empresas en el país.
Obviamente que con el nearshoring industrias como las tecnológicas, de logística y servicios especializados las dificultades para conseguirlo serán mayores, ya que el promedio crece a niveles cercanos al 80%.
Sin duda, problema mayúsculo para el sexenio que viene gane quien gane, no obstante, los ofrecimientos electorales de continuar con los aumentos al salario mínimo que se pretende llevar a 2.5 canastas básicas diarias.
Dicho incremento no es un asunto menor puesto que implica incrementos del 11% y sostener estos por encima de la inflación a lo largo del tiempo, aunque no suena nada mal sí resulta complicado para muchas empresas.
Lo reitero, moverse hacia un país de ingresos medios y altos con más derechos laborales incluidos, mejores contratos colectivos, prestaciones, vacaciones y mecanismos de justicia laboral requiere una política pública de gran calado.
Propuestas campañeras ofrecen el oro y el moro, sean licencias de paternidad, ingreso universal, exención de impuestos para quienes perciban menos de 15 mil pesos mensuales, sistema de cuidados, mayores pensiones, etc.
Sin embargo, reza el refrán popular "con qué ojos divino tuerto" que es el primero que se me viene a la cabeza o aquel otro "hágase su voluntad en los bueyes de mi compadre".
No olvidemos que el gran reparto sexenal de los panes de la 4T en su gran mayoría fue dirigido al gasto corriente, al consumo o la demanda, olvidándose el otro lado de la ecuación, es decir, la oferta de bienes y servicios, léase la producción y la productividad.
Luego entonces si de la oferta se trata hay que impulsar la inversión tanto pública como privada y para ser más competitivos no hay de otra que apoyar al campo, la infraestructura en ciudades, carreteras y puertos no se diga en educación y capacitación, lo cual es a todas luces un desastre.
Veamos el caso de la empresa TESLA que tiene interés en Nuevo León y que está en la búsqueda de producir autos eléctricos baratos y asequibles y ¿uno se pregunta cuál es su reto?, ah pues su gran reto está en la reducción de costos y aumento de la eficiencia operativa, sin duda un asunto ligado a la oferta de bienes.
Ahora bien, sabemos que la infraestructura cada vez es más cara si hablamos de, agua, energía, peaje, trámites, suelo urbano, prediales, mochadas, etc. Si a todo esto le sumamos el faltante de buen capital humano en automático dejamos de ser atractivos.
Luego entonces se requiere de mejores políticas públicas y profesionales en la materia y más que todo con talento, sí, pero como decía el escritor Gregorio Marañón, de talento logrado y no de improvisados ni ocurrentes.
En suma, hay que fomentar las propuestas y centrarnos en las prioridades si queremos realmente recibir mayores inversiones de dentro y de fuera.
De otra manera con un nuevo tratado de libre comercio de los americanos con Panamá, Costa Rica o Republica Dominicana corremos el riesgo que nos coman el mandado.
HE DIXI.