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La Familia Cucurucho

La familia Cucurucho ocupó sus lugares en el gran estante de madera color verde que cubría por completo la pared de la pequeña tienda de Amalia.
Cucuruchos de papel de estraza Archivo

Por @chefjuanangel

-Peperucho, ¡qué emoción!, ¿qué nos irá a tocar mañana?-

-¡No sé, Pacorucho! Estoy muy emocionado, ojalá que me toque algo salado. ¿Supiste que a Marcorucho le quemaron poquito la espalda?

-Que sea lo que Dios quiera, buena noche, hasta mañana.

La familia Cucurucho ocupó sus lugares en el gran estante de madera color verde que cubría por completo la pared de la pequeña tienda de Amalia. 

-Silvia, pásame otro pliego de papel.

Eran las 9 de la noche y la pequeña Silvia seguía ayudando a su tía Amalia con los quehaceres de la tienda -Mira Silvia, aprende, esto es un arte- Amalia mojaba con saliva el pulgar, lo frotaba con el índice y jalaba el pliego de papel estraza, se aseguraba de que no estuviera duplicado y tomaba su escuadra, con movimientos calculados posicionaba el triángulo de diferentes maneras haciendo cortes sin necesidad de marcar líneas con un lápiz, solo jalaba el papel presionándolo con la escuadra, rápidamente tenía junto a ella alteros de cuadrados de diferentes dimensiones.

-Mira Silvia, este es el secreto, debes unir el cuadrado sin necesidad de pegamento.

Amalia mojaba nuevamente sus dedos y giraba enérgicamente el papel para formar un cono, doblaba la punta y la fijaba con un último movimiento.

-Ahora, Silvia, debes agruparlos por tamaño, necesitamos de diferentes medidas para los diferentes productos- la pequeña los agrupó con sus blancas manitas -Ahora debes meter uno dentro de otro para apilarlos mientras les pones nombre- Amalia siempre había tenido la creencia de que por la noche, los cucuruchos de papel cobraban vida para vivir la emocionante aventura de envolver, sostener y transportar un alimento sorpresa -Mira tía, a estos le voy a poner Peperucho y Pachorucho- dijo Silvia mientras los miraba y sonreía.

-Peperuchooooo, ya me vooooy-

-Adioooooós, Pacoruchooooo-

Desde las alturas del estante verde, Peperucho vio cómo cogían a su pequeño hermano, lo insertaban en una charola repleta de granos de frijol que lo mantenían de pie - Mira Silvia, los cucuruchos no solo sirven para envolver dulces, frijol o arroz, también sirven como molde para hacer pirulines- y en ese momento Amalia vertió un caliente caramelo color rojo y minutos después clavó un picadientes. A los años, el cucurucho se despidió, llegaron las bolas de plástico y nunca se le volvió a ver.

En 1979, aparecieron las bolsas de plástico, desplazando a los inigualables e indefensos cucuruchos. Al año, se producen más de un billón de bolsas de plástico en el mundo, muchas de ellas terminan en el fondo del mar creando grandes desafíos ambientales a los que a todos nos corresponde enfrentar poniendo nuestro granito de arena.

 

 

 

 Chef Juan Angel Vásquez - Licenciado en Periodismo

y chef profesional, creador de contenidos 

gastronómicos para plataformas digitales

y embajador de marcas de alimentos.