No sé cómo mostrar dónde me duele

Por Primavera Fraijo

Por dramático que se lea, el dolor ha sido mi fiel acompañante a lo largo de mi vida. Tengo un par de enfermedades, de las silenciosas, que me hacen sentir un peculiar dolor a diario.

Pero, es tan particular que me es muy complejo mostrar en dónde lo estoy sintiendo.

2023 y 2024 han sido extenuantemente complicados y me han enfrascado al no poder encontrar solución a mis conflictos, ni tampoco poderlos expresar de la manera idónea.

Me desterré de la vida social y de las redes sociales. Mi "tocar fondo" fue perder mi pasatiempo favorito: la lectura. Ahí sí, tuve la intervención de mi mejor amigo, Christian Arteaga, quien me dijo "¡Eso no!, busca lectura ligera, busca algo de autoayuda".

Siguiendo su consejo, y como si el libro me buscara a mí, me topo con "No sé cómo mostrar dónde me duele", de la única autora de dicho género que me gusta leer, Amalia Andrade.

Desde el título entenderán lo apropiado que vino a ser para mi situación. Y no hablo solo del bloqueo lector, del cual, por cierto, ya salí.

Amalia arranca el tomo explicando que tuvo una conversación con su terapeuta -yo también soy mujer pro terapia, por si tenían el pendiente- y, según ella, estaba relatando cómo se sentía. Sin embargo, fue interrumpida por la psicóloga quien, tajante, le dice: "Pero, ¿qué es lo que sientes y dónde lo sientes? Hasta ahorita, solo me estás diciendo lo que piensas al respecto".

Ahí, la escritora comprende que no tiene claridad respecto a la diferencia entre pensamiento, sentimiento y emoción. Tampoco yo la tenía. Y estoy segura que muchísimas personas nos acompañan en la ignorancia.

¿Y es importante diferenciarlos? ¡Pero... claro! Así podremos manejarlos con eficacia, la muy mentada inteligencia emocional.

Y es que algo que menciona en el libro y que suscribo completamente, es que siempre nos están preparando para pensar y pensar mucho, mantener la mente activa. Hay, incluso, un libro que te indica que te debes levantar a las 5 de la madrugada (también lo satiriza)... pero nadie nos enseña a manejar nuestras emociones.

Cuando te duele la rodilla, la cabeza, la espalda, la muela... vas corriendo al doctor, y lo ves de lo más normal posible. Ah, pero cuando no puedes controlar una emoción o un pensamiento, ¿acudes con el psicólogo o el psiquiatra? ¡Claro que no! "Es para gente loca", dicen.

Falta normalizar el cuidado de la salud mental, de la misma manera que lo hacemos con la salud física, porque tienen la misma importancia.

"No sé cómo mostrar dónde me duele", es una explicación bajada a vocabulario ligero respecto a ciertas cosas importantes que ocurren en nuestra mente. Tiene el toque de humor, característico de Amalia Andrade y, como plus, unos pedazos de muy buenas canciones, siempre "ad hoc" al tema.

Fue mi libro para desbloqueo lector y para regresar a esta columna. Anhelo que sea el abrazo que alguien de ustedes esté necesitando.

RECUERDA: Si has tenido pensamientos tristes constantes, no es normal, busca ayuda. No estás solo. Somos muchísimas personas padeciendo enfermedades de salud mental. Acudir a un psiquiatra o a un psicólogo es algo cotidiano.

A mí me encuentras en redes sociales como @PrimaveraFraijo.