¿QUÉ COSA SUCEDE CON EL APAGÓN?
A estas alturas del partido, dos olas de calor en todo el territorio tienen contra las cuerdas al sector eléctrico nacional, sin reconocer entre otras cuestiones la lucha inexorable contra el cambio climático.
Una lucha de la CFE con múltiples desafíos, por un lado, no dejar a nadie sin el servicio, y por el otro, proteger el planeta y cumplir con los compromisos del Acuerdo de Paris.
Si bien es cierto, el bajo crecimiento económico del sexenio en promedio no generó gran demanda de energía, el cisne negro del Nearshoring de este año, le complicó la vida a la Comisión Federal de Electricidad.
Ahora bien, el acuerdo de Paris firmado el 2015 no ha sido un objetivo de este sexenio a seguir, en palabras claras y llanas la 4T se lo paso por el arco del triunfo.
Veamos al cierre del 2024 a lo mucho llegaremos al 30% en vez del 35% en generación de energías limpias al seguir siendo los reyes del combustóleo y el carbón más aun lo apostado en lo hidroeléctrico con la sequía actual se convierte en agua de borrajas.
En este cierre sexenal con campañas a toda marcha hay ausencia de los tres ingredientes necesarios para atraer inversiones, energías limpias, abasto de agua y mejor capital humano.
Recordemos que para el 2030 nuestro compromiso con el medio ambiente era llegar a producir el 43% en energías limpias sea de viento, sol, hidroeléctrico y térmico, etc.
No solo ese era y es el compromiso, sino que además está el brindar el servicio a más del 1.5 millones de personas que no cuentan con él. Y bueno, aunque les moleste algunos nos dejaron empantanados o colgados de la brocha.
El mundo al revés, en vez de invertir en líneas de transmisión se ponen a comprar plantas privadas sin agregar nueva oferta energética. No solo eso, sino socavar y poner obstáculos a la inversión privada en vez de regular y vincular espacios sigue siendo la marca de la casa.
La siguiente tercera ola de calor y el verano que se avecina son la prueba de fuego o la espada de Damocles para el sistema eléctrico nacional y quizá para el mismo sistema político.
Cada apagón cuesta y mucho tan solo por hora en industrias como la maquiladora, el costo y perdida asciende a los 220 millones de dólares y los hogares, la industria alimenticia y perecederos también.
Van amainar los apagones, creo que no, y peor si no llueve, luego entonces, seguirá creciendo la demanda y con ello la incertidumbre de cómo hacerle frente.
Sabemos que este calor ha sido de los más intensos de los últimos 20 años y se asegura que el cambio de horario en vez de ayudar perjudico más según los expertos. Ojalá estos últimos, más pronto que después, nos den luz.
Al menos que nos digan cómo hacer mejor uso de la energía o que aparatos de aire acondicionado instalar en fin lo que sea más entendible para los simples mortales.
Lo que es imperdonable es la falta de prevención y planeación de nuestras autoridades que por razones ideológicas o múltiples caprichos por no mencionar obstáculos a la inversión nos han puesto en este predicamento.
HE DIXI