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Saltburn: La obsesión por pertenecer

La sátira sobre cómo los ricos hablan de sus "amigos" y cómo "ayudan" revela una oscura realidad que el privilegio a menudo oculta.

Saltburn
Saltburn RRSS

por Thalía Ballesteros

29/12/2023 11:17 / Uniradio Informa Sonora / Columnas / Actualizado al 29/12/2023

Por Thalía Ballesteros

Recientemente, Amazon Prime estrenó una película que, aunque aborda un tema recurrente, destaca por las cautivadoras actuaciones que mantienen al espectador enganchado de principio a fin: Saltburn.

"Retorno a Brideshead", la novela de Evelyn Waugh publicada en 1945, ha inspirado esta obra que se sumerge en la vida de Oliver Quick, un estudiante de la Universidad de Oxford en busca de su identidad. La historia se desarrolla cuando es atraído al mundo del encantador aristócrata Felix Catton, quien lo invita a vivir un verano inolvidable en Saltburn, la residencia de su excéntrica familia. Aunque la crítica de la película es ligeramente positiva, destaca la originalidad de Emerald Fennell al abrazar un cine excesivo que plasma de manera destacada la pretenciosidad y el mundo aristocrático inglés.

Sin embargo, a pesar de las magníficas actuaciones y la maestría en el diálogo, la película deja una sensación de belleza vacía en su acto final, lleno de ideas poco claras que confunden el significado de la lucha de clases.

La trama de Saltburn da un giro inesperado al tema de la clase social, sugiriendo que la verdadera riqueza reside en la mente y en cómo uno enfrenta la vida. Oliver, el protagonista, se convierte en una sanguijuela aferrada a su amigo adinerado, desarrollando una obsesión que oscila entre el amor y el odio.

La película nos transporta al año 2007, donde la convivencia familiar en verano significaba disfrutar de Saltburn, un paraíso visual con vistas impresionantes, lagos y girasoles. Esta ambientación explica la renuencia de Oliver a que termine su sueño, capturando la nostalgia de un tiempo más sencillo y sin la necesidad constante de la tecnología.

La sátira sobre cómo los ricos hablan de sus "amigos" y cómo "ayudan" revela una oscura realidad que el privilegio a menudo oculta. Aunque la película avanza de manera pausada, la tensión se mantiene presente, y la magia radica en los diálogos y las actuaciones estremecedoras, que exploran mentes perversas y obsesionadas con la pertenencia.

La trama sigue siendo impredecible en cuanto a las acciones de Oliver, quien manipula a los miembros de la casa con tácticas desleales. Saltburn, a pesar de sus personajes carismáticos y escenarios hermosos, presenta un desarrollo de personajes incompleto, lo que impide una conexión plena con cada uno.

A pesar de estos puntos, Saltburn merece ser vista, ya que desafía las convenciones románticas y cursis de la época, ofreciendo una experiencia que despierta emociones de enojo e incomodidad. Con escenas abrumadoras y momentos impactantes, la película deja una impresión duradera, respaldada por la belleza visual que ofrece Saltburn. Por ello, la califico con 4.8 Thalíestrellas.

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