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Un Tratado para la Seguridad de Norteamérica

El país necesita promover la firma de un tratado trilateral para la Seguridad de Norteamérica, algo similar al TMEC

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por Manuel Valenzuela

08/04/2024 19:35 / Uniradio Informa Sonora / Columnas / Actualizado al 08/04/2024

Por Manuel Valenzuela V.

De acuerdo con Eduardo Guerrero, politólogo, especialista en temas de seguridad y editorialista del periódico El Financiero, el país necesita promover la firma de un tratado trilateral para la Seguridad de Norteamérica, algo similar al TMEC, pero en materia de seguridad para combatir de manera efectiva al crimen organizado. Es hora de reconocer, dice, que no podemos enfrentarlo solos. 

En una entrevista reciente con René Delgado en El Financiero Televisión, y en varias de sus columnas, Guerrero ha esbozado la propuesta. Comento aquí algo de lo que me pareció más relevante de la entrevista en la que habló del tema de la seguridad.

En primer lugar, calificó como un gran fracaso la política de seguridad del gobierno mexicano para enfrenar a la delincuencia organizada durante los últimos 18 años, aunque es muy claro que durante el actual sexenio la situación llegó a niveles alarmantes, al grado de que pone en riesgo la seguridad nacional. Afirmó que el Estado mexicano ha perdido el monopolio del control en varios aspectos esenciales de su propia razón de ser como Estado: en el control del territorio, en el uso legítimo de la fuerza y en el cobro de impuestos (hacienda pública), por mencionar solo los rasgos más sobresalientes.

Lo más grave es que el actual gobierno parece no haberse dado cuenta de lo que está sucediendo, al grado que la candidata del oficialismo ofrece continuar con la misma política. Ante el Episcopado mexicano hizo explícito su desacuerdo con el diagnóstico del documento que le presentaron y, aunque firmó el compromiso, dejó muy en claro que su visión del problema es muy distinta. 

Un segundo aspecto de lo expresado por Guerrero es que él esperaba mucho más de las propuestas que han presentado las candidatas y el candidato a la presidencia de la república. Dice que esperaba propuestas mucho más acabadas para atender el problema, con visiones integrales, con metas e indicadores y con programas específicos a implementar para combatir a fondo este flagelo. Hasta hoy -dice- parece que no las hay y aboga porque en lo que resta de las campañas las candidatas y el candidato profundicen sus propuestas.

En tercer lugar, destacan las derivaciones de su propio diagnóstico. El avance y la profundidad del problema es tal que no basta con una política de gobierno sexenal para atender el tema, es necesaria una política de Estado que sea transexenal, multipartidista y que genere el mayor consenso en la sociedad. Debe ser la gran prioridad del país al menos en las próximas dos décadas. Hoy no existen las condiciones para desarrollar una política de esas características principalmente por los niveles de polarización que existe en la sociedad, en buena medida provocados por el comportamiento "rijoso", confrontativo y divisionista del presidente López Obrador. Sin embargo, eso es lo que se requiere y hace votos porque pronto haya conciencia del problema y que, sin importar quien gane la contienda, se empiece a desarrollar de inmediato.

Finalmente, Eduardo Guerrero mencionó que él está proponiendo que se impulse la firma de un tratado específico para la seguridad de Norteamérica con los Estados Unidos y Canadá. El problema de la seguridad tiene hoy tanta importancia a nivel de la región norteamericana como la misma integración económica y el nearshoring. Y no solo eso, sino que son dos aspectos que se complementan y condicionan entre ellos. Dice que en México el problema es tal que debemos reconocer que no podemos solos y que se requiere ayuda externa, específicamente de los Estados Unidos y de Canadá. 

Un tratado de este tipo permitiría desarrollar capacidades en múltiples áreas. Algunas de ellas son: capacidades militares y policiacas para contar con una fuerza civil de clase mundial, así como grupos de élite capaces de recuperar el control sobre la totalidad del territorio y el monopolio en el uso legítimo de la fuerza. Ello pasa por el fortalecimiento de las policías estatales y municipales, el profesionalismo y capacitación de la Guardia Nacional o cualquier otro cuerpo de policía civil, pasando por controles de confianza y monitoreo por parte de organismos trilaterales y, desde luego, la creación de una carrera policial con agentes muy bien pagados, con prestaciones y protección social de ellos y sus familias.

Un segundo aspecto sería el desarrollo de las capacidades de inteligencia tanto para tener una radiografía completa y actualizada de las organizaciones criminales, sus dirigentes, como del ciclo completo de sus operaciones, incluyendo sus relaciones de complicidad y corrupción con las fuerzas policiacas, militares, políticas y empresariales en las que se sustenta el lavado de dinero. Tercero, modernizar y fortalecer todo el aparato de procuración e impartición de justicia, empezando por los ministerios públicos, pasando por jueces y por la modernización del sistema carcelario. Cuarto, restablecer el tejido social empezando por rehacer la economía de las comunidades campesinas que hoy viven del negocio criminal.

De acuerdo con Guerrero, un tratado de esta naturaleza permitiría, ahora sí, dar un giro completo a la política se seguridad que permita fortalecer las capacidades de Estado y combatir con éxito a las organizaciones criminales. Se entiende que esto requiere de un esfuerzo muy grande en materia de recursos y cooperación trilateral. La implementación sería gradual, empezando por los estados donde se tienen avances y mayores capacidades, y se iría extendiendo por toda la geografía nacional. La estrategia tomaría al menos dos décadas para su implementación, sería apartidista para que tenga continuidad independientemente de que fuerza política gane en los ciclos electorales. Si seguimos inventado el mundo cada seis años y haciendo lo mismo, no hay razón para tener resultados diferentes.

Da gusto escuchar y leer a los que saben y no tengo dudas de que Eduardo Guerrero es uno de ellos. Se puede estar de acuerdo o no con alguno o varios de sus planteamientos, pero de que se trata de un análisis informado e inteligente no tengo la menor duda.