por EL UNIVERSAL
24/12/2023 12:15 / Uniradio Informa Sonora / Fama / Actualizado al 24/12/2023
MÉXICO.- Chris Columbus, el director de las dos primeras películas de "Mi pobre angelito", rememora que, una de las condiciones que Donald Trump le impuso para filmar una escena en uno de sus hoteles fue que lo incluyera en la filmación, y aunque el cineasta accedió a regañadientes, rememora que el público reaccionó positivamente cuando vio al expresidente de EU interactuando con Kevin McCallister, el personaje interpretado por Macaulay Culkin.
Hace 33 años se estrenó "Mi pobre angelito", una película que narraba la aventura que Kevin McCallister, un pequeño niño de ocho años que, accidentalmente, se queda solo en casa la noche de Navidad, tras ser olvidado por su familia que emprende un viaje a París, por lo que se convierte en testigo de cómo dos ladrones tratan de saquear su hogar e, intrépidamente, lo impide.
Luego de su estreno, el 21 de diciembre de 1990, y hasta su último día en taquilla, la película de Columbus recaudó 476 millones 684 mil 675 dólares en todo el mundo, lo que dio luz verde al cineasta, por parte de 20th Century Fox, para llevar a cabo el rodaje de una segunda parte, en la que el personaje de Culkin que, a un año de los acontecimientos, vuelve a pasar una Navidad en solitario, pero esta vez por tomar el vuelo equivocado, pues su familia aterriza en Miami para disfrutar de las fiestas; mientras, él aborda un vuelo con destino a Nueva York.
En este contexto, el director de la película contó a "Business Insider" que no todo estuvo bajo su control durante la filmación pues, si bien, fue idea suya grabar en la recepción del The Plaza Hotel, uno de los más emblemáticos de la ciudad de NY, no quedó en sus manos la aparición de su dueño en aquel entonces; Donald Trump.
De acuerdo con Chris, cuando quería filmar en una locación, la producción se acercaba con los responsables del recinto y les solicitaba un permiso, por el cual debían pagar una tarifa, y comenzar con el trabajo. De ese mismo modo, se acercó a Trump, a quien le perteneció el hotel de 1988 a 1992, para hacer esta misma petición, y aunque el político aceptó y puso una cifra sobre la mesa, también condicionó a Columbus, al pedirle que lo convirtiera en un personaje de su película.
"Como en la mayoría de los lugares en la ciudad de Nueva York, solo pagas una tarifa y puedes filmar en ese lugar. Nos acercamos al The Plaza Hotel, que en ese momento era propiedad de Trump, porque queríamos filmar en el lobby, y (Trump) dijo que sí, pagamos el precio pactado, pero también dijo: 'La única manera de que puedas usar el Plaza es si estoy en la película'", detalló el cineasta.
Fue así que Chris, no muy convencido, accedió a la petición para de ese modo seguir con la visión que tenía de la película en la cabeza, sin embargo, cuando la cinta fue proyectada a un grupo de espectadores, antes de que esta se estrenase en cines, temió recibir una reacción negativa de la audiencia, ya que, aunque en ese momento, el empresario aún no tenía pretensiones políticas, ya se había ganado la enemistad de gran parte de la sociedad.
Pero, para su sorpresa, ocurrió todo lo contrario, pues cuando las y los espectadores vieron la escena donde intercambia diálogos con Culkin estallaron de la emoción.
"Cuando lo proyectamos por primera vez, sucedió lo más extraño, la gente alardeó y aplaudió cuando Trump apareció en pantalla, así que le dije a mi editor "-Déjalo en la película, es un momento para el público", destacó.
Durante la escena Kevin y Trump dicen:
Kevin McCallister (KM): Disculpe, señor.
Donald Trump (DT): ¿Sí?
KM: ¿Dónde está la recepción?
DT: Detrás de la sala de espera, a la izquierda.
KM: Gracias.
Sin embargo, el director de otros éxitos de taquilla como "Papá por siempre" y "Harry Potter y la piedra filosofal" aseguró que dicha exigencia produjo una clase de tensión en el rodaje: "Abrió paso a través de la intimidación en la película".
Esta no fue la única ni última ocasión en la que Trump puso como condición aparecer en una cinta, mientras era filmada en su hotel, pues ese mismo año el director de "Perfume de mujer", Martin Brest y su guionista, Bo Goldman, tuvieron que escribir un papel especial para el empresario, que interactúa con Al Pacino en una de las escenas.