Esta es la carta con la que "Mayo" Zambada pidió su repatriación
Recién trasladado a Estados Unidos, el capo Ismael Zambada García, "El Mayo", rechazó tener contacto con el consulado general de México en Nueva York, debido al "estado de shock y confusión" en el que se encontraba por lo sucedido en julio del año pasado.
Así lo admitió el líder de la facción de "La Mayiza" del Cártel de Sinaloa en la carta que envió a la representación diplomática mexicana en dicha ciudad, en la que advierte que, si "el gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda".
"No obstante, en la temporalidad en que fui trasladado de manera ilegítima a los Estados Unidos de América, se me otorgó la posibilidad de tener contacto con esta Representación Consular y la misma fue denegada por el suscrito en razón del estado de shock y confusión en el que me encontraba. La primer petición que, en realidad, resulta la aplicación de un derecho fundamental, es la solicitud de entrevista privada con esta representación consular, en presencia de mis abogados y asesores jurídicos, a fin de poder ejercer de manera adecuada mi derecho de defensa".
Sin embargo, Zambada García reprocha al Consulado de México en Nueva York que ha sido "pasivo" y "omiso" en solicitar al gobierno de los Estados Unidos las circunstancias en las que fue puesto a disposición de los tribunales de ese país, pese a que sí fue notificado de su privación de la libertad.
"Lo cierto es que esta representación diplomática, a quien honorablemente me refiero, ha sido pasiva y omisa en solicitar de manera enérgica al Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica las circunstancias particulares en las que el suscrito fui puesto a jurisdicción de los tribunales norteamericanos".
En la misiva, en la que solicita asistencia consular y repatriación a México, el capo sinaloense asegura que su traslado al vecino país del norte se trató de un secuestro transfronterizo, mediante "coacción física y engaños", por un particular mexicano. Sin cumplir ninguno de los procedimientos legales.
Por lo que pidió al gobierno de México su repatriación inmediata, exigencia que, dijo, "no es opcional, ni puede ser interpretada como una cuestión de oportunidad política o diplomática, sino que es un deber ineludible derivado del derecho internacional, de las disposiciones constitucionales de México, de los tratados bilaterales y multilaterales en los que el Estado mexicano ha asumido compromisos jurídicos que no pueden ser ignorados".
Advierte que, de negarse su solicitud de repatriación o de no aplicación de la pena de muerte, "trascendentales, tendría como consecuencia aceptar la subordinación al gobierno norteamericano, quien tiene responsabilidad política internacional al haber sido omiso en verificar la legalidad de mi traslado hacia su país".
Zambada García afirma que la "pasividad" que ha mostrado el gobierno mexicano en su caso refleja la subordinación ante los Estados Unidos y si "el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda".