por EL UNIVERSAL
06/11/2024 06:42 / Uniradio Informa Sonora / Mundo / Actualizado al 06/11/2024
Max Aub e Inder Bugarin
WASHINGTON/PHILADELPHIA, Pennsylvania.- El candidato presidencial republicano, Donald Trump, se enfilaba a regresar a la Casa Blanca, mientras las esperanzas de la candidata demócrata, Kamala Harris, se desvanecían.
Pasada la medianoche, Trump tenía ya 247 votos electorales, contra 214 de Harris. La cifra mágica para ganar es de 270.
Trump no sólo se quedó con los bastiones republicanos que lo han apoyado tradicionalmente, como Florida o Texas, sino que ganó dos de los siete estados bisagra: Carolina del Norte y Georgia, según el recuento de la agencia Associated Press, en el que se basa EL UNIVERSAL. Podría, además, ganar el voto popular (el diario The New York Times le da 69% de posibilidades).
Trump, quien votó por la mañana en un recinto electoral en Palm Beach, Florida, se había mostrado optimista, asegurando que obtendría una "gran victoria".
"Nos está yendo muy bien en Georgia [estado bisagra] y en todos los lugares", aseguró.
Quizá la principal señal de que las cosas estaban saliendo como Trump deseaba fue su silencio en la tarde-noche. Hace cuatro años, en cambio, se proclamaba ganador sin tener el sustento para ello, sólo para que, días después, las cifras oficiales le dieran el triunfo al demócrata Joe Biden.
La campaña de Kamala Harris se aferraba a la esperanza de ganar el llamado "muro azul": Michigan, Pennsylvania y Wisconsin, pero en los tres los números favorecían a los republicanos.
A lo largo del día comenzó a haber señales de que las cosas podrían no salirle bien a los demócratas, incluyendo encuestas a pie de urna de NBC News que revelaron que los hombres latinos votaron por Trump 54% contra 44%.
Una encuesta de AP indicó que para cuatro de cada 10 votantes, la economía y el empleo son el problema más importante, aunque casi 50% dijo que el futuro de la democracia es el factor que más influyó en su voto.
Aún está pendiente saber qué tanto las mujeres la apoyaron y si, como esperaba, salieron en masa a expresar su rechazo a Trump por las restricciones al aborto.
El desánimo en la campaña alcanzó tal nivel que no hubo discurso de Harris desde la Universidad de Howard en Washington, donde esperó resultados. "Aún tenemos votos que contar. Aún tenemos estados que no han sido declarados [para un ganador]", dijo Cedric Richmond, un vocero.
La gente fue saliendo poco a poco, presa del desánimo. "He ganado", aseguró el expresidente a sus seguidores al llegar a la fiesta de su partido para seguir el recuento, aunque todavía no había
resultados definitivos.
La jornada comenzó entre la incertidumbre y el temor de que, en caso de que los números no le favorecieran, Trump declarara fraude, se negara a reconocer resultados y se desatara una ola de violencia.
No ocurrió así. En cambio, hubo retrasos en algunas casillas por amenazas de bomba que las autoridades ligaron a Rusia y a un intento de desestabilizar la elección.
En Washington, dos puertorriqueñas, pese a los insultos vertidos por la campaña republicana, dijeron que iban a votar por Trump: "No nos sentimos ofendidas, no lo dijo él [el comentario sobre llamarlos basura], pero además creemos que sólo él puede sacar adelante a EU y Puerto Rico", indicaron. Sin embargo, no supieron decir qué cosa buena hizo por su país en su presidencia. Otros entrevistados, incluidos latinos y afroestadounidenses, dijeron que apoyarían a Harris.
También en Washington se vivió una calma durante el día, sólo se reportó un incidente.
En Pennsylvania, antes del cierre de las urnas, la autoridad reportó un incidente relacionado con amenazas de bomba enviadas a dos colegios electorales de condados clave; provocaron el cierre provisional de la casilla y una extensión de dos horas del horario como consecuencia. Al parecer fueron enviadas por correo electrónico y dirigidas a generar confusión. Las autoridades investigan los hechos. El FBI sigue la pista de "dominios de correo electrónico rusos".
Millones de personas hicieron fila pacientemente, a veces mostrando sus preferencias en camisetas o gorras, o simplemente portando banderas estadounidenses. Aunque no hay cifras oficiales, la participación fue masiva en esta jornada.
En algunos de los estados clave, la situación es tan reñida que los resultados podrían tardar. En todo caso, no será sino hasta el 17 de diciembre cuando el Colegio Electoral se reúna para oficializar al ganador.
En la contienda por los gobernadores, Carolina del Norte, Delaware y Washington quedaron en manos demócratas, mientras que Indiana, Vermont, West Virginia, Missouri, New Hampshire, North Dakota, Montana y Utah, en republicanas. Florida rechazó una iniciativa para proteger el aborto en la Constitución y la legalización de la marihuana con fines recreativos, confirmando su tendencia conservadora.