Muere a los 78 años Paul Alexander: sobrevivió a la polio pero tenía que vivir en un pulmón de acero
MÉXICO.- Este miércoles se dio a conocer la muerte a los 78 años de Paul Alexander, el hombre que vivió en un pulmón de acero durante más de siete décadas.
El deceso se produjo el lunes, según informó la organización de recaudación de fondos para la atención sanitaria del hombre que fue inspiración para muchos.
Paul era originario de Dallas, Texas, fue escritor y abogado. A los 6 años contrajo la poliomielitis, quedando paralizado.
Como quedó incapaz de respirar por sí mismo, Paul dependió desde entonces de una máquina y la utilizó durante más de 70 años, incluso cuando aparecieron nuevas tecnologías.
Alexander dijo que a lo largo de su vida siempre buscó "no dejar que la polio me derrotara, sino yo derrotar a la polio".
En 1984 logró graduarse como Doctor en Derecho de la Universidad de Texas en Austin y como abogado representó a clientes ante los tribunales con un traje de tres piezas y una silla de ruedas modificada que mantenía erguido su cuerpo paralizado.
En la universidad conoció a Claire, con la que más tarde se comprometió. Más adelante, Alexander entabló una estrecha relación con Kathy Gaines, que se convirtió en su cuidadora, o "brazos y piernas", según sus propias palabras. Gaines empezó a ayudarlo cuando Alexander se licenció en Derecho, y le apoyó durante más de tres décadas. Según Alexander, los dos "crecieron juntos", ya que Gaines es legalmente ciega a causa de una diabetes de tipo 1.
En 2020, Alexander publicó sus propias memorias, tituladas "Tres minutos para un perro: Mi vida en un pulmón de acero". Tardó cinco años en hacerlo, escribiendo él mismo cada palabra con un bolígrafo sujeto a un palo que sostenía con la boca.
En los últimos años, Alexander se encontraba confinado en la máquina las 24 horas. "Hago lo mismo que todo el mundo. Me despierto, me lavo la cara, me cepillo los dientes, me afeito, desayuno... Solo necesito un poco más de ayuda para hacerlo", decía en el reportaje, publicado cuando tenía 75 años.
Durante la última década también expresó su temor de que, debido al crecimiento del movimiento antivacunas en varios países, enfermedades como la que él padeció se volvieran a difundir.
Sus limitaciones no le impidieron cumplir sus sueños
GoFundMe, la organización recaudadora de fondos que colectaba dinero para ayudarlo, informó del fallecimiento de Alexander, quien el mes pasado se contagió de Covid-19.
"Estoy muy agradecido a todos los que hicieron donaciones para recaudar fondos para mi hermano", dijo Philip Alexander en GoFundMe. "Le ha permitido vivir sus últimos años sin estrés. También servirá para pagar su funeral en estos momentos tan difíciles. Es absolutamente increíble leer todos los comentarios y saber que tanta gente se sintió inspirada por Paul. Estoy muy agradecido", añadió.
Siendo niño, Alexander, residente de Texas, enfermó de poliomielitis en 1952 y quedó paralizado del cuello para abajo. El único tratamiento posible era meterse en una cámara de metal, conocida como "pulmón de acero", donde debía permanecer acostado el resto de su vida. Tenía apenas seis años.
En marzo de 2023, el Record Guinness declaró a Alexander el paciente con pulmón de acero que más tiempo había sobrevivido.
Sus limitaciones no le impidieron cumplir sus sueños: Alexander se licenció en Derecho y dirigió su propio bufete. También publicó el libro "Tres minutos para un perro", en el que relata su vida. Como activista, organizó una sentada por los derechos de las personas con discapacidad.
"Su historia se hizo mundialmente conocida, influyendo positivamente en personas de todo el mundo. Paul fue un modelo increíble que seguirá siendo recordado", escribió el martes Christopher Ulmer, creador de GoFundMe.
No se mencionó la causa de su muerte. Alexander, que vivía en Dallas (Texas), fue ingresado de urgencia en el hospital a finales de febrero tras dar positivo en un análisis de Covid, según su representante en las redes sociales. Fue dado de alta, pero le costaba comer y beber.
¿Qué es un "pulmón de acero"?
Inventado en la década de 1920 en Estados Unidos, que sufría un severo brote de poliomielitis, se creó un enorme ventilador para las personas afectadas por esta enfermedad que puede infectar la médula espinal, provocando parálisis. Para 1959, más de 1200 estadounidenses dependían de esta cámara de metal para mantenerse con vida.
El aparato es una cápsula hermética que toma oxígeno y permite que los pulmones se expandan y, así, el paciente pueda respirar. Para 2014, sólo había ya 10 personas usándola.
Hoy en día, la mayoría de los pacientes con parálisis de los músculos respiratorios usan ventiladores mecánicos que empujan el aire dentro de las vías respiratorias con presión positiva.